martes, 20 de diciembre de 2011

Capítulo 23

Hannah preparó la cena, mientras que Jason que sorprendentemente hacia poco que había llegado, ponía la mesa. Ambos cenaron tranquilamente, hablaron de sus cosas y comentaron sus conversaciones con Sean y Brittany.
Después de recoger, se sentaron abrazados en el sofá a ver una película, cuando de pronto, Hannah se incorporó.
-¿Pasa algo?- preguntó el chico.
-Es la segunda vez hoy que me da una patada tan fuerte.
-¿La segunda?
-Si. Está tarde me dio una después de abrazar a mi hermana y ahora esta.- miró al chico y le preguntó.- ¿Crees que quiere decirme algo?
-Creo que con eso te demuestra que participa en tu felicidad. O eso, o que
quiere salir ya.
-Pues tendrás que esperar aun unos meses más-dijo acariciándose el vientre.
Aquella imagen le resultaba a Jason increíblemente tierna. Nunca se planteó la idea de formar una familia, pero pronto la tendría y eso le hacia inmensamente feliz. Hannah se volvió hacia el chico que la miraba embobado.- ¿Cariño, te pasa algo?
-No- dijo volviendo en si.- es solo que cuando nazca el bebé tendré la felicidad al completo.
-Me hace feliz poder darte esto porque te lo mereces por ser tan bueno conmigo y con las personas a las que quiero.
-Bueno, tú también lo eres con las personas que son importantes para mí. Eres buena con todos y puedo asegurarte que ellos te quieren y darían cualquier cosa para verte feliz.
-Eso significa mucho para mí. Espero estar con ellos y contigo mucho tiempo,
porque es increíble poder contar con personas así, siempre sinceros. Ojala que no cambiemos nunca.
-Yo también lo espero.


Y pasaron varias semanas…
Jeremy y su chica regresaron de su romántico viaje con recuerdos para todos y fotografías para enseñar. Sin embargo lo realmente importante de aquel viaje jamás lo desvelarían.


-¿Sabes? Llevo tiempo dándole vueltas a algo y espero que lo entiendas.-
Jason la miró esperando a que siguiera y ella intentó elegir las palabras con cuidado.- He pensado en ir a ver a Juan a la cárcel.- y tal y como pensaba la noticia cayó como una bomba.
-No me parece bien- no quería que ella volviese a recordar toda aquella
experiencia en el edificio cuando perdió al bebé.
-Pero creo que es algo que debo hacer, y tengo que hacerlo sola.
-¿No te das cuenta que solo conseguirás pasarlo mal?- estaba enfadado,
furioso en realidad, pero sabía que por mucho que gritase, llorase o intentase hacer que cambiara de opinión, Hannah no cedería. Iría a verle de todos modos y nada la detendría.- Si lo tienes tan claro no me pidas mi aprobación.
-No lo hago. Solo quiero que lo sepas por mí antes que por terceras personas. No te pido que lo apruebes, solo que me apoyes, aunque creas que cometo una locura.
-Está bien. Haz lo que quieras. Me voy a la cama.- Hannah se quedó un poco
más en el sofá, después apagó el televisor y se fue a dormir. Cuando se acostó sabia que Jason seguía despierto, pero no había nada que decir. Quería dejar esa parte de su vida atrás para poder seguir con la que tenía en ese momento.
A la mañana siguiente, Jason esperaba que la chica hubiese entrado en razón, pero no lo hizo y volvieron a discutir.
-No espero que entiendas mis motivos, pero es algo que debo hacer.
-Tienes toda la razón. No puedo entenderlo.
Jason no comprendía que pretendía Hannah visitando a Juan a la cárcel. No podía causarle nada más que dolor al recordar todo por lo que tuvo que pasar.
-No te enfades conmigo. Te prometo que es la única vez que haré algo así, que le visitaré hoy y después no volveré a mencionar nada que tenga que ver con él.
-No se trata de eso. No quiero que sufras más.
-Precisamente por eso debo ir.
-¿Sabes qué? Tú misma. Está claro que mi opinión no cuenta.
-No me digas eso…
-Ves si quieres.- Cogió las llaves y la chaqueta y se marchó. Sin un beso de
despedida, sin nada más que decir.
-Dios mío…- Hannah se quedó de pie frente a la puerta y se acarició la barriga- Tranquila pequeña. Después arreglaremos las cosas con papá.
Terminó de vestirse y cogió todo lo que necesitaba. Cerró los ojos y respiró
hondo. Poco después cerraba la puerta tras de sí.
Al poner en marcha el coche se miró momentáneamente en el retrovisor.
Estaba segura de lo que iba a hacer, y nada ni nadie impediría que cumpliera
su objetivo.
Antes de pisar el acelerador hizo una última cosa. Apagó su celular.
Condujo prácticamente sin pensar en lo que posiblemente ocurriría dentro de muy poco tiempo.
Aparcó y volvió a respirar hondo antes de entrar. Le pidió al policía que había en la entrada que le indicara que era lo que debía hacer para hablar con un preso en privado.
Siguió las instrucciones y la condujeron hasta una habitación donde había una mesa y un par de sillas.
-¿Es usted familiar?
-No. Soy el motivo por el cual está aquí dentro.
-Entiendo…- no dijo nada más, salvo que esperara allí.
Mientras el policía iba a buscar a Juan, Hannah sintió como su niña le daba patadas, dándole a entender que estaba allí con ella.
-¡Moreno! Tienes visita. Levántate.
-¿Para que? Seguro que son mis hermanos otra vez.
-Te equivocas. Es una chica- quizá sería una abogada.
Finalmente se levantó, dejó que le esposaran y caminó delante del guardia
hasta la sala de visitas. Esperó hasta que el policía que custodiaba la puerta
se apartara para entrar, pero cuando vio quien era la que le esperaba, le
sorprendió tanto que no supo como reaccionar.
-Hola Juan.
-¿Qué estás haciendo aquí Hannah?- no le sorprendió sin embargo
comprobar que seguía sintiendo lo mismo que siempre por ella. Aquellos
últimos meses en la cárcel le habían enseñado algo, que aunque se
empeñaran en separarles, siempre la amaría.
-He venido a verte.
-Supongo que no es una visita de cortesía.
-No- se volvió hacía el guardia que se había quedado dentro con ellos y le
habló.- ¿Le importaría dejarnos a solas?
-Grite si necesita cualquier cosa.
-Espero que no sea necesario.
-No lo será- Juan la miró con frialdad, y solo consiguió que un escalofrío le
invadiera todo el cuerpo. A pesar de saber que en aquellas condiciones él no se atrevería a hacerle nada, una parte de ella seguía teniendo miedo.
-He venido para despedirme de ti.
-¿Es que vas a morirte?
-No, en realidad, voy a ser madre y también voy a casarme- el anillo no le había pasado desapercibido, pero intentó quitarle importancia. Sin embargo la mesa le impedía comprobar su estado.
-¿Se supone que debo alegrarme?
-Sería todo un detalle, pero hace tiempo que dejé de tener esperanzas. Tú
nunca has querido mi felicidad. Solo necesitabas llenar el vacío en lo que convertiste tu vida.
-Tú no sabes que es lo que yo siento.
-Tienes razón, no lo sé, pero ¿sabes? Me da exactamente igual. Adiós Juan- se levantó y esta vez él pudo ver el estado tan avanzado en el que se encontraba.
Esperó a que ella desapareciese tras la puerta para sacar fuera todo lo que sentía.
Había sido un egoísta y además él mismo reconocía que su propio egoísmo le había vuelto loco. Había destrozado no solo su vida, sino también la de la mujer que amaba y de los que la rodeaban. Si no podía estar con ella, ¿que sentido tenía vivir…?
Hannah no se detuvo hasta que volvió a estar frente a su coche. Solo allí se
permitió dejarse llevar. Se sentó dentro, acarició su vientre y lloró.


Carl había quedado con Jason en que pasaría a verle a lo largo de la mañana para que le diese algunos consejos informáticos, y después de eso había quedado con Jeremy para comer. Quería cambiar de compañía de transportes y estaba seguro de que a su ex rival le interesaría la propuesta.
-Menuda cara tienes. ¿Te has levantado con mal pie está mañana o qué?
-No te burles.
-No lo hago. ¿Qué ha pasado?
-Me he discutido con Hannah. Le he pedido que no haga lo que tenía pensado y ya ves, ni caso.
-Hannah es bastante cabezota. Cuando se propone hacer algo es difícil hacer que cambie de opinión.
-Eso es lo que me asusta.
-¿Se puede saber que ha echo ahora?
-Ha ido a ver a Juan.
-¡¿Qué?!- la oficina entera le miró.- ¿Cómo has dejado que lo hiciera?
-No me ha escuchado.
-¿Se lo has contado a alguien más?
-Pensaba llamar a Jeremy, pero me da miedo.
-No me sorprende. Te va a matar…
-Por eso mismo no le dije nada.
-Deberíamos estar tranquilos. La cárcel está vigilada y no creo que les dejen
solos.
-Pero no lo estamos.
-Hay que decírselo. Si se entera por otra persona nos colgará a los dos.
-Supongo que tienes razón.
-¿Quieres que se lo diga yo? Voy a comer ahora con él.
-Preferiría hacerlo yo, sino te importa.
-Claro que no. Vente con nosotros.
-De acuerdo. Te enseño como funciona esto y vamos.


Antes de ir a la oficina, hizo una última parada. Había recordado algo que quería enseñarle a Brittany. La llamó y se alegró de que estuviese en su casa.
Sean se había marchado dos horas antes para dejar listo todo el papeleo
acumulado que guardaba desde hacia semanas.
-Hola. Pasa, estaba haciéndome algo para desayunar.
- Genial, porque tengo un hambre de lobo.
-Termino de poner la mesa y me cuentas porque has venido a verme.- cuando lo tuvo todo listo, se sentaron y entonces Hannah le contó el motivo de su visita.
-Ayer no me acordé de decírtelo. He recibido esto con el correo. Pensé que
igual podría interesarte.
-¿Qué es?- Hannah le enseñó un folleto de un concurso de baile. Miró
atentamente cuando era el último día para apuntarse, y era ese mismo. Cogió el teléfono y marcó el número. Preguntó todo cuanto necesitaba saber. Pensó en lo que haría a continuación. Primero hablaría con Rick y después iría a buscar a Sean y le convencería para que participaran en el concurso.
Cuando colgó se volvió hacia su hermana que la miraba atentamente esperando a que le dijese cualquier cosa.
-¿Hay algo que no me has dicho?
-¿Por qué me dices eso?
-Porque si solo fuese por esto- dijo enseñándole el folleto- me habrías llamado.
-Me apetecía verte.
-Hannah… Soy tu hermana pequeña, pero no soy estúpida. ¿Ha pasado algo?
-Me he discutido con Jason- le contó toda la historia y Britt le dio toda la razón a su cuñado.
-No puedes ser tan inconsciente. Vas a tener una familia, y eres mayorcita para ir cometiendo locuras como esta.
-Tenía que dejarlo atrás. No podía seguir de este modo.
-¿Volverás a hacerlo?- negó con la cabeza.- Más te vale.
Ambas se levantaron para irse. Antes de separarse para ir a sus respectivos coches, se abrazaron y Brittany prometió que la llamaría seguro aquella noche.
-A ver si es verdad. Aun espero que me llamaras ayer para decirme que habías llegado bien.
-Bueno, sabes que lo hice. Aquí me tienes como prueba. Hazte un favor,
¿quieres? Da tú brazo a torcer y pídele perdón a Jason.
-Lo pensaré. Gracias.
-No se merecen.


Jeremy se veía venir algo malo en cuanto les vio aparecer a los dos juntos y no tuvo ninguna duda en cuanto se dio cuenta de que ni uno ni el otro le miraban directamente a los ojos.
-Siéntate- consiguió decir Jason.
-¿Me lo vais a contar o no?
-Hannah ha ido a ver a Juan- no pensó. Lo dijo sin más. Al principio pensaron
que no les había oído pero tras observar por segunda vez vieron algo en la mirada de Jeremy que indicaba que lo que iba a salir de su boca en aquel momento no sería agradable.
-¿Se puede saber en que demonios estabas pensando cuando te fuiste sin
impedir que cometiese esa locura?
-Discutimos, pero ya la conoces. Aunque me hubiese agarrado a su pierna, me habría llevado hasta allí a rastras.
-Hay que sacarla de allí.
-¿Vamos a buscarla?
-Claro- los tres salieron del bar, se subieron en el coche de Carl y salieron
directos para la cárcel. Para llegar debían coger la autovía hacía las afueras. Pasaron cerca del aeropuerto y allí perdieron cobertura.
Hannah encendió su teléfono y llamó a Jason antes de poner de nuevo el coche en marcha, pero le saltó el buzón de voz y dejó un mensaje. Después se fue a la oficina para trabajar un poco.
Los chicos dejaron el coche en la misma entrada y cuando iban a bajarse del coche, un pitido les hizo detenerse. Los tres miraron sus respectivos teléfonos.
-Es el mío- dijo Jason- escuchó atentamente y añadió.- Es Hannah.- Puso el
manos libres y los otros dos escucharon.
<<Hola, ya sabes que detesto hablar con el contestador así que seré rápida.
Ya lo he echo. Estamos bien. Me voy a la oficina. Supongo que nos veremos a la noche. >>
Los tres suspiraron aliviados. Habían ido hasta allí para buscarla, pero ninguno sabía como reaccionaría al ver al chico.
Retomaron de nuevo el camino hasta llegar cada uno a su destino. Jason volvió de nuevo a la oficina, y los otros dos se fueron a comer y hablar del motivo por el que principalmente habían quedado, sin embargo ninguno de los tres pudo concentrarse en lo suyo. Pese a que el mensaje parecía sincero y no se notaba en él ningún temblor en la voz, hasta que no viesen por si mismos que ella estaba bien, no se quedarían tranquilos.
Jason pensó también en una parte en concreto del mensaje. Ese <<estamos bien>> no terminaba de cuadrarle. ¿A quien se refería? ¿A ella y a Juan? Dudaba que fuese eso. ¿Entonces que era? No tardó en caer en ello. Se refería a ella y al bebé que llevaba en su interior. El bebé de ambos.


-¿Qué estás haciendo aquí?
-He venido a trabajar.
-¿En tu estado?
-Solo vengo a por un par de visitas. Además Allison dijo que se pasaría.
-De acuerdo. Pero no se te ocurra excederte.
Hannah deseaba contarle a su mejor amiga que era lo que había echo antes de ir hasta allí, pero temía su reacción. No quería preocuparla. Sabía que si se lo contaba, ella terminaría contándoselo también a Richard y peor aun, a Carl.
Se sentó en su butaca y encendió el ordenador. Inició una búsqueda sobre agencias de viaje. Jason y ella no terminaban de decidirse que destino coger para su luna de miel. Faltaban apenas tres meses para salir de cuentas y deseaba poder casarse antes de que ocurriese.
Muchas noches se quedaba en vela pensando en si sería doloroso, en si todo saldría bien y sobretodo, si Jason podría estar con ella en el parto. Para ella, eso era lo realmente importante.
Encontró varias ofertas que podían ser interesantes. Además podían ir a las visitas guiadas con el bebé por si acaso se adelantaba.
Pensó en la discusión de aquella mañana. A veces pensaba que Jason no confiaba del todo en ella y eso la ponía enferma.
Sabía que él quería protegerla, pero no podía evitarlo todo. Enfrentarse a Juan era lo mejor que podía haber echo y nunca se arrepentiría de semejante decisión.


-No puedo creer que se le haya ocurrido hacer algo así- comentó Annette
cuando Carl la llamó para contarle la aventura de Hannah.
-Ya la conoces. Nunca se sabe lo que piensa hacer.
-Si, pues esta vez podría haberlo pensado. No entiendo de donde ha sacado
ese valor.
-No te pongas así. Ahora ya ha pasado.
-¿Cómo es posible que estés tan tranquilo?- sabia lo importante que era
Hannah para él.
-Si me hubieses visto hace una hora, no dirías lo mismo. Estaba temblando de pies a cabeza.
-Bueno y ¿cómo se lo ha tomado Jeremy cuando se lo habéis contado?
-Pensé que iba a sacarme los ojos por no haber pegado a Jason por no
detenerla y sacarle esa idea tan absurda de la cabeza.
-En fin, ahora que ya ha dejado esa parte de su vida atrás, esperemos que no vuelva a cometer una locura como esta.
-No le digas nada de todos modos. Es mejor que sea ella quien dé el primer
paso.
-Eso pensaba hacer.
-¿Nos vemos en la cabaña?
-Seguramente hoy saldré antes. Me encargo yo de la cena.
-Me parece bien. Por cierto…

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