lunes, 28 de noviembre de 2011

Capítulo 02

-Bueno ya estoy, ya podemos irnos.
-Vaya por fin. Tengo tanta hambre que podía comerme una casa.
-Pues yo prefiero un buen tío, la verdad.
-Cierto, entonces me comería a un tío enterito.
-¿Eso incluye a uno de esos tres con los que vamos a quedar?
-Pues depende...-Las hermanas miraron a Hannah mientras esta se 
dirigía hacia la puerta. Estaba demasiado contenta.
A las diez y media en punto se reunieron en la sala de  maquinas, pero 
solo estaban Héctor y Carlos.
-Creí que ibais a ser tres.
-Nuestro amigo vendrá enseguida.
-Aquí estoy. Siento el retraso pero es que había mucha gente y...- se 
interrumpió al ver a Hannah, frente a él, mirándole igualmente 
sorprendida.- Hannah...
-No pensé que nos veríamos tan pronto.
-¿Os conocéis?
-Pues si, ¿verdad vecina?
-Claro- añadió con una voz que terminó por derretir al chico.
-Parece que ya no tiene tanta hambre, ¿no?- susurró a su hermana con una risita.
No habían apartado la mirada del otro en ningún momento hasta que Carlos les interrumpió.
-¿Vamos a cenar?
-Si, por favor. No aguanto más.- los seis se marcharon a un restaurante de comida italiana. No tuvieron que esperar a sentarse ni tampoco a que les tomaran nota.
Hannah y Jason hablaron sin parar durante toda la cena.
Compartían ideas y pensamientos parecidos, y de pronto ella se alegró 
de estar allí porque Jason no paraba de hacerla reír y se sentía muy 
cómoda a su lado.
-Y pensar que por un momento me negué a venir.
-Pues como yo. Había cosas que deseaba evitar - ambos recordaban lo 
ocurrido, como ella temblaba y como él la protegió. Aquello formó un 
vínculo entre los dos. Ninguno mencionó el beso pero era evidente que 
pensaron en ello porque no pudieron evitar sonrojarse.- Quizá, esto 
estaba destinado a ocurrir.
-Es posible. ¿Entonces crees que deberíamos conocernos mejor?
-Eres tu el que tiene que conocerme a mi. Yo he ido preguntando por 
ahí ¿recuerdas?
-Nunca llegas a conocer del todo a las personas.
-Cierto- su mirada se entristeció por un momento y él, al mirarla, 
deseó alargar la mano para tocarla.- Las cosas no son siempre lo que 
parecen, pero aunque sabes que quizá terminan hiriéndote, no puedes 
evitar amar y sentir, solo puedes arriesgarte y no rendirte hasta que al 
final encuentras lo que has buscado siempre. Tarde lo que tarde en 
aparecer.
-Yo no lo había visto nunca de ese modo. Tengo veintiocho años y he 
estado con muchas chicas y con ninguna ha funcionado.Simplemente 
deje de buscar, si tiene que aparecer ya lo hará.
-¿Y como sabes que no ha aparecido ya? Quizá no lo has advertido.
-¿Como puede saberlo nadie? ¿Como reconocer a esa persona?
-Yo creo que es cuando haces algo por ella sin pensarlo. 
Cuando te sientes solo antes de que se haya marchado, cuando sientes 
que tu corazón y el suyo forman uno solo.
Mientras tomaban el café, Hannah vio como los chicos de la pandilla 
pasaban por delante del restaurante. Se disculpo y fue a saludarles.
Los demás la observaban desde donde seguían sentados.
-¡Sean! - los chicos se volvieron para mirarla.
-Hola princesa, ¿que tal estas?- dio dos besos a cada uno.
-Bueno, no estoy como para montar una fiesta pero intento salir 
adelante.
-¿Que haces aquí?- aunque ya no era tan fuerte como antes, todavía le 
dolía verla. Saber que prefería romper su relación para estar con 
Jeremy le destrozó. Intentó alejarse de ella, pero Hannah no se lo 
permitió.- ¿Has venido sola?
-Estaba cenando con Silvia, Aïda y unos amigos.


-Vaya, cuantos tíos - no se dio cuenta de que lo había dicho en voz alta.
Los demás rieron ante el comentario. Era tan evidente que Hannah le 
gustaba.
-Son los chicos de nuestra vida, pero sobretodo los de ella - miró a 
Sean y se sintió aliviada al comprobar que ya no estaba enamorada de 
él - El de la camisa blanca es mi ex, y el de la camisa negra, es el ex 
novio de Hannah.- Jason volvió la vista de nuevo hacia la chica y miró 
también al chico de la camisa negra. Vio como miraba a Hannah y 
sintió miedo.
En aquel chico, en su corazón, había aun el sitio que ocupaba la chica, 
un sitio importante.


Seguramente nadie notaría que allí estaba, espiándoles e intentando
conocerles. Después de todo lo ocurrido, se había prometido a si mismo
que no descansaría hasta que descubriese porque eran tan importantes
para él. Para aquel que tanto había querido.
Intentó acercarse un poco más y se puso de espaldas a ellos justo para
escuchar todo lo que tenían que decir.
En realidad, eran tal y como le habían dicho.
Aïda era impulsiva y nada temeraria además de divertida; Hannah era
inteligente, divertida y muy versátil y Silvia, entre otras muchas
cualidades aun no le había olvidado. Tal vez aquel chico con el que
trabajaba lo consiguiese. Quizá lograse devolverle la felicidad.
Se marchó de allí antes de que Hannah le reconociese, aprovechando que
esta se había ido un momento a saludar a los chicos de la pandilla.





-¿Y quienes son esos?- la idea de que estuviese con otros chicos le
molestaba.
Ahora que por fin había roto con el capullo de Jeremy no debería de haber ningún otro. Hannah tenía que ser solo para él.
-Pues uno de ellos trabaja con Silvia, los otros dos son amigos de él y da la casualidad de que uno de ellos es vecino mío.- miró hacia la mesa y luego a los chicos.- Debería irme ya, no quiero que se marchen sin mí.
-Vete ya entonces- volvió a besar a todos y cuando le tocó a Carl, le sonrió y susurró <<Te llamaré mañana, lo prometo>>. Él simplemente asintió. Desde que habían roto, Hannah y él quedaban a menudo para hablar, aunque al principio se negara.
-Os quiero.-dijo mientras se alejaba. Regresó a la mesa, junto a los demás y pidieron la cuenta.- ¿Donde vamos ahora?
-Una amiga de la Universidad ha montado una fiesta esta noche. ¿Os apetece ir?
-Es una buena idea. Podría estar bien.- de camino hacia allí, las chicas caminaban por detrás de ellos hablando de sus cosas mientras estos hablaban de ellas.
-¿Y bien? ¿Qué os han parecido?
-Son estupendas tío. Me encanta Aïda, es tan sensual y divertida.
-Tienes razón- miró a Jason y supo que no hacia falta que se lo preguntara.- Supongo que tú opinas lo mismo, porque en cuanto has visto a Hannah los demás hemos desaparecido. ¿Te gusta mucho?- este se volvió para mirarla y al verle ella le sonrió.
-Simplemente me desarma.
-Ya veo, ¿que vas a hacer?
-Creo que no hace mucho que ha roto con su novio y lo mejor es esperar.
-Pensaba que pasabas de rollos.
-Hannah seria más que eso. Es especial.- al terminar de decirlo notó una mano sobre su hombro y al volverse comprobó que era ella.
-¿Podemos hablar vecino?
-Claro, ¿Que ocurre?- se alejaron un poco de los otros y él la miró preocupado. Se había puesto seria de golpe.- ¿Estas bien?
-Me gustaría que habláramos de lo que pasó antes. No sé como darte las gracias.
-Ya te dije que lo volvería a hacer. Ahora lo importante es que tenemos la oportunidad de tener una relación.
-¿Y lo del beso? ¿También lo volverías a hacer?- le había gustado lo que había sentido al besarle.
-Si te dijera que no, te mentiría .Quiero ser especial para ti y sé que no nos conocemos pero esto es lo que siento.
-No sé que decir...- sentía que quería huir de él. Empezó a aligerar el paso y antes de que alcanzara a sus amigas, la cogió de la mano y le pidió que se detuviera.
-Me preguntaba si finalmente tendría que ocurrir de nuevo- dijo susurrándole al oído mientras la cogía por la cintura.- Empieza a gustarme esto de mentir a tu novio- entonces cayó en la cuenta y vio a Jeremy con su nueva novia.
-Es evidente que ya no lo es. No le ha costado sustituirme- tenia los ojos llorosos pero no permitió que saliese ni una sola lagrima de ellos. Apoyo la cabeza sobre el hombro de Jason mientras seguían andando.- No le culpo porque fui un desastre como novia, es lógico que se haya buscado a otra.
-No estoy de acuerdo contigo ¿No has pensado que quizá haya alguien mejor para ti?
-Ahora mismo no puedo pensar en eso.
-¿Soy la única que piensa que entre esos dos hay algo más que el hecho de que vivan en el mismo edificio?
-Creo que intentan iniciar una amistad, según tengo entendido.
-Según tu entonces los amigos andan por ahí cogidos de la mano y aparentando ser una pareja.- los demás se volvieron hacia Hannah y Jason. Hacia rato que Jeremy había quedado atrás y no se habían separado ni un milímetro.
-No quiero ser indiscreta, pero ¿hay algo que queráis compartir con nosotros, como el echo de vayáis cogidos de la mano?- Hannah y Jason se miraron a los ojos y luego bajaron la mirada hasta las manos que soltaron rápidamente. No se habían dado cuenta de ese detalle, sencillamente estaban a gusto.
-¿Que te parece si les contamos la verdad?
-Es justo.- se sentó en un banco y esperó a que los demás hiciesen lo mismo.
Jason se sentó a su lado para inculcarle valor si era necesario.
-Todo ha empezado esta noche en cuanto salí para coger el coche y descubrí que se había quedado sin batería. No quería ir andando porque sabía que me encontraría a Jeremy, así que le grité y le pegué una patada al coche.
Jason se ofreció a acompañarme hasta vuestra casa porque le venia de camino.
-Eso no explica que os comportéis como una pareja.
-Creo que yo debería explicar el resto.- como Hannah estaba de acuerdo, prosiguió.- De camino nos encontramos con su ex novio, y nos hicimos pasar por pareja para demostrarle que no es el único que puede salir adelante.
Hace un rato, le vimos y volvimos a fingir, pero supongo que 
al final nos hemos dejado llevar.
-Eso esta muy bien- se levantó y ofreció una mano a su 
hermana y la otra a su amiga para ayudarlas a levantarse.- 
¿Vamos a bailar
-Vamos.
Llegaron a la fiesta a la una y media de la madrugada.
-¡Héctor cielo cuanto tiempo! Pasad, no os quedéis ahí.- entraron todos y siguieron a la chica hasta una habitación donde dejaron sus chaquetas.
Se pasearon por toda la casa observando a los demás invitados. Cuando ya llevaban allí un buen rato, Jason se volvió para decirle algo a su vecina pero no estaba.
-¡Dios mío, pero que tíos hay aquí!
-Cálmate hermana, acabamos de llegar- no es que ella tuviese ninguna intención de ligar con nadie. Desde lo de Ángel que no quería empezar ninguna relación, era demasiado duro amar a alguien y perderlo para siempre.
-Chicas ¿habéis visto a Hannah? En cuanto me he dado cuenta había desaparecido.
-Tranquilo, habrá ido a buscar algo para beber.
-O a su príncipe azul. A Hannah le encantan las fiestas, seguro que con el rato que hace que hemos llegado ya conoce a la mitad de los tíos que hay aquí.
-Si la veis, decidle que la estoy buscando- se alejó de allí pensativo ¿Por que le habían dolido tanto las palabras de Aída? ¿Que estaba ocurriendo?
Dio otra vuelta pero no hubo suerte, no había rastro de ella. Finalmente salió al jardín a tomar el aire y fue entonces cuando la vio, sentada sobre el césped. Quiso acercarse pero no estaba sola. Se ocultó tras un árbol y escuchó.
-No esperaba encontrarte aquí ¿Donde están Lisa y Josh?
-En casa. He venido con mi cuñado. Desde que ha vuelto a la cuidad que estaba loco por ir a una fiesta ¿Como estas?
-Sola. Lo de Jeremy me ha dejado tan destrozada que no parezco yo.
-Entonces, ¿por que te sigues aguantando? Si lo que quieres es llorar, desahógate.- no hizo falta que volviera a pedírselo. Hundió la cabeza en el pecho de su amigo y lloró durante mucho rato.
En su escondite, Jason odió a Jeremy con todas sus fuerzas. 
¿Como podía haber roto con alguien como ella?
-¿Has hablado con él?- estaba segura de que si. Richard era el
mejor amigo de ambos.
-Lo vi el día en que rompisteis. No lo había visto tan mal 
desde que regresó de nuevo a tu vida.
-¿Entonces porque me dejó?
-¿Todavía le quieres?- Jason sintió un dolor agudo en el 
pecho.
Hannah lo pensó un segundo y luego negó con la cabeza.
-No, creo que no, pero estoy dolida. Supongo que ya me lo 
esperaba pero pensaba que lo arreglaríamos- las lágrimas 
volvieron de nuevo a sus ojos.
-¿Quieres que te lleve a casa?
-No. He venido acompañada y quiero volver con ellos- se 
levantaron y entraron de nuevo en la casa- Gracias por 
todo, necesitaba esto.
-Sé que es así. Cuídate mucho.
-Lo haré.
Cuando Richard se marchó después de comprobar que su cuñado estaba en manos de una mujer y que prefería quedarse, Hannah buscó a sus amigas. Vio a Silvia hablando con Héctor y a Aïda bailando provocativamente con Carlos.
-Sé que es algo atrevido, pero he bebido y me estas volviendo loco.
-¿Quieres que nos vayamos?
-Si.- Cuando les dijeron a los demás que se iban, todos estaban seguros de que iba a ocurrir algo entre ellos.
-¿Vendrás a dormir?
-No lo sé. Puede que este ocupada, pero no me esperes despierta- sonrió pícaramente a Carlos. Se despidieron y se marcharon.
Cuando llegaron al apartamento de Carlos, apenas podían contenerse. Mientras subían en ascensor, se habían besado y acariciado. Aïda le bajó los pantalones y la ropa interior, se sentó sobre la mesa, se levantó la falda y apartó las braguitas hacia un lado. Se le acercó y la penetró con fuerza tras colocarse un preservativo.
Llegaron al orgasmo al mismo tiempo. Quedaron abrazados y
sonrieron.
-Nunca nadie me había echo comportarme así. No me 
reconozco a mi mismo.
-Me alegro. Debería irme. Ya nos veremos- se levantó, cogió 
su bolso y antes de que pudiese llegar a la puerta, Carlos la 
detuvo.
-¿No te gustaría volver a intentarlo por si vuelve a ser 
igual?- Aïda se volvió, dejó caer el bolso en el suelo, se quitó 
el jersey mientras se le acercaba. Fue quitándose la ropa a 
medida que iba llegando a su lado.
-Tienes un cuerpo precioso. Me estas poniendo tonto perdido 
otra vez.
-Vamos a la cama- Carlos la condujo hasta el dormitorio. La 
tumbó en la cama, se puso sobre ella y le acarició y besó todo 
el cuerpo.
Aïda se sacudía de placer bajo su cuerpo- Dios mío, no pares.
-No pienso hacerlo- dijo cuando empezó a pasear su 
miembro erecto sobre el sexo de ella.
-¡Hazlo ya joder!- y lo hizo, solo que esta vez se tomo su 
tiempo. Le hizo el amor como nunca nadie se lo había echo.


-Parece que Carlos y mi hermana han congeniado de verdad.
-Si, y Jason y Hannah parece que también. Ahora solo faltamos tu
y yo ¿te imaginas?- a Silvia no le gustó lo que le dijo. Ella no quería
un novio ni intimar con ningún chico. No estaba preparada.
-No me parece necesario. Estamos bien así- el chico no insistió,
pero sentía curiosidad. Silvia no había mencionado que tuviese novio
en ningún momento pero parecía aterrada cuando él se le acercaba
un poco más que de costumbre.
Llevaban un rato andando cuando Hannah les interrumpió.
-Chicos yo me voy a casa, estoy un poco cansada- Jason había intentado distraerla desde que se marcharon de la fiesta pero ella había estado mas bien callada y apenas le prestó atención.
-De acuerdo ¿Me llamaras mañana?
-Si, claro- abrazó a su amiga y le dio dos besos a Héctor.- Ha sido un placer. Espero que volvamos a coincidir.
-Lo mismo digo. Te tomo la palabra- se volvió hacia su amigo y le vio mirando preocupado a la chica- ¿Tu también te marchas tío?
-Si, yo también estoy algo cansado- se despidió de ambos y miró de nuevo a Hannah, pero ella no le devolvió la mirada.- ¿Vamos?
-De acuerdo- empezaron a andar pero esta vez ni siquiera Jason habló. Quería decirle que la había visto llorar en brazos de su amigo pero no quería recordarle el dolor que debió sentir.
La acompañó hasta su portal y fue entonces cuando ella le miró, como si no hubiese sido consciente de que habían llegado juntos hasta allí.
-¿Estarás bien?- estaba realmente preocupado.
-Creo que si. Muchas gracias por todo. Has sido muy amable Jason.
-Lo he echo encantado- se miraron fijamente durante unos segundos como si pudieran ver a través de los ojos del otro. Jason sentía como si el corazón fuese a salírsele del pecho, acercó su mano hacia la cara de ella, le acarició la mejilla y deslizó los dedos hasta la barbilla, atrayéndola hacia él para besarla.
Justo cuando juntaron sus labios, las lágrimas volvieron de nuevo a
los ojos de Hannah y Jason al darse cuenta se apartó tristemente
de ella.
-Lo siento, - parecía aterrada- lo siento mucho- entró en el portal
y desapareció.
Entró precipitadamente en casa, se encerró en su habitación a oscuras y se tumbó en la cama a llorar, hasta quedarse dormida.
Por su parte Jason intentaba comprender. Deseaba haber tenido la
oportunidad de haberla conocido antes, en ese caso todo lo de
Jeremy no habría ocurrido.
Se desvistió y metió en la cama, pero no consiguió dormirse y por
primera vez en mucho tiempo deseo tener a alguien a su lado

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